martes, 27 de septiembre de 2011

YO RECONOZCO NÚMERO 23


Si, yo Googleo.
A mi novio. A su ex-mujer.A mi misma. 
Si, yo Googleo.
Yo sé que tu también Googleas.
Googleas tu novio, a su ex-mujer, a tu ex-novio, a su mujer y a su ex-mujer. 

Oh, maravillosa creación del IT, que nos das el poder del conocimiento de aquello que no deberíamos conocer. Que nos muestras fotos del pasado revivido con una brutal respiración boca a boca. Que inocentemente aumentas esa neurosis que ya creíamos pequeñita. Que nos das ilusión de Sherlock Holmes & Freud. Que nos conviertes en reinas y reyes de la especulación en vano, no nos dejes caer en tentación y líbranos del mal. Amén.


miércoles, 29 de junio de 2011

YO RECONOZCO NÚMERO 22


Si, sigo escuchando Onda Vaga.


domingo, 15 de mayo de 2011

YO RECONOZCO NÚMERO 21


Yo, eterna desenamorada del compromiso, conformista del dolor, abanderada del cambio y la inconstancia, ensoñadora de vida viajera, egoísta del chocolate, visionaria de la dieta instantánea, idealista de lo efímero, reconozco que me quiero casar con vos, Bunny Rabbit, Mon Amour, Culonito Lindo de mi Corazón.

Bueno, ponele, sin el casamiento, ni el perro, ni el vestido, ni las firmas, ni los invitados,
pero si quiero, requete-quiero todo lo demás.


domingo, 20 de febrero de 2011

Yo reconozco nº 20

Yo reconozco que el DOMINGO me pega para atrás.

Ya sea porque es el último dia del fin de semana.
Ya sea por la resaca del sábado a la noche/primeras horas del antesdicho.
Ya sea porque la solitud se me hace corpórea y me obliga a pasar el día en bombacha y remera de dormir, pelos agarrados por hebillas múltiples y expresión de ÑÉH.
Ya sea porque nadie me invita a navegar por el Tigre.

El DOMINGO definitivamente me pega para atrás.

domingo, 6 de febrero de 2011

YO RECONOZCO 19 (O 6 BIS)

Al de Calle 13, así, con todas esas "Rs" desplazadas por "Ls" en su pronunciación le brindaría todo mi amor - oh, si, todo - en una habitación de un lujuso hotel de entrega de premios, en el corazón mismo de la América Latina que sangra, en las orillas del Río Paraná, en la selva amazónica, en el porche de una casita en Mar del Tuyú, en el Village de Caballito, en la popular de River Plate, en un restorán peruano, o si no queda otra, en centro mismo del Fuerte Apache. René, querido, este pueblo está contigo.